Hoy sin ser ni malo, ni bueno es uno de esos días, en los que nada importa y todo tiene importancia, la incongruencia de mis palabras chocan con los pensamientos sensatos que fluyen por mi cabeza.
Son benditos estos días, porque ayudo al desvalido y despellejo al espabilado.
Hoy Es uno de esos días para pensar que soy única en mi especie, solo yo, el mar, la montaña…la calma.
Mi inocencia que ya ha madurado hasta límites insospechados me da la vara para que no siga soñando despierta y yo intento engañarla mientras sueño en barquitos de papel, columpios en ramas, helados de vainilla bañados de chocolate y noches estrelladas.
¿Donde quedaron las nanas que nunca escuche?
Hoy es uno de esos días que la palabra siesta se me hace apetecible, porque dormir significa soñar, inmersa en mis fantasías me olvido de amores, gorrones y jefes que imperan la ley de la esclavitud, que te dan las horas a cuatro pesetas y se aprovechan de esta crisis, crisis que siempre hacen suya aunque sea de los demás.
Hoy es uno de esos días, que miro a mi fiel compañero y le dijo con cierta cara de condescendencia…
_ ¡¡Hay rufián!! Mira que tiempo este en el que vivimos_ el pobre me mira moviendo la cola, pensando… ¿que piropo nuevo me habrá dicho?
Sin más rodeos…en realidad hoy es uno de esos días en que todo me la trae al fresco.
Son benditos estos días, porque ayudo al desvalido y despellejo al espabilado.
Hoy Es uno de esos días para pensar que soy única en mi especie, solo yo, el mar, la montaña…la calma.
Mi inocencia que ya ha madurado hasta límites insospechados me da la vara para que no siga soñando despierta y yo intento engañarla mientras sueño en barquitos de papel, columpios en ramas, helados de vainilla bañados de chocolate y noches estrelladas.
¿Donde quedaron las nanas que nunca escuche?
Hoy es uno de esos días que la palabra siesta se me hace apetecible, porque dormir significa soñar, inmersa en mis fantasías me olvido de amores, gorrones y jefes que imperan la ley de la esclavitud, que te dan las horas a cuatro pesetas y se aprovechan de esta crisis, crisis que siempre hacen suya aunque sea de los demás.
Hoy es uno de esos días, que miro a mi fiel compañero y le dijo con cierta cara de condescendencia…
_ ¡¡Hay rufián!! Mira que tiempo este en el que vivimos_ el pobre me mira moviendo la cola, pensando… ¿que piropo nuevo me habrá dicho?
Sin más rodeos…en realidad hoy es uno de esos días en que todo me la trae al fresco.
